abuso

Ministros y barbarie: la insensible justificación de la violencia

Por: Alejandra Dinegro M.

En un acto de insólita irresponsabilidad, dos ministros de Estado han emitido declaraciones que han dejado al país en un estado de perplejidad e indignación. Primero, el ministro de Educación y sus lamentables argumentos al señalar que las violaciones sexuales a menores de edad de la comunidad awajún, son “prácticas culturales”, en lugar de condenar un delito. Segundo, la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, quien debería ser la principal aliada de las víctimas, terminó repitiendo los mismos términos de su colega momentáneo.

Estas afirmaciones, que desbordan ignorancia, indolencia y desconexión con la realidad, no solo banalizan un problema gravísimo, sino que pone en evidencia una peligrosa falta de empatía y comprensión hacia la protección de los derechos humanos de los niñas, niños y adolescentes de una de las regiones con los mayores índices de violencia sexual a menores de edad en situación de vulnerabilidad.

Un contexto complejo, no una excusa
La realidad en muchas comunidades de la selva peruana es, sin duda, compleja. Factores como el aislamiento geográfico, ausencia del estado, la pobreza, y las dificultades en el acceso a la educación y a la justicia juegan un papel en la perpetuación de círculos viciosos de violencia, pobreza y discriminación. Sin embargo, ninguno de estos factores justifica la violencia sexual. La afirmación de que estas atrocidades podrían ser entendidas como “culturales” no solo es una barbaridad, sino una burla a las víctimas que merecen justicia y protección por parte el principal garante de sus derechos: el Estado peruano.

Seguir leyendo…