A UN MES DE LA MASACRE VIOLENTA COMO COSTO SOCIAL EN LA CIUDAD DE JULIACA Y LA EXIGENCIA DE JUSTICIA SOCIAL COMO COSTO POLÍTICO

Soc. Felipe Sipo C.
Abog. Rolando Waldo Gómez P.

Los elementos sustanciales de la convivencia social se basan en los principios de conectividad entre los derechos humanos y las características socioculturales de las sociedades, los procesos de acceso a la armoniosa coexistencia son la igualdad y la no discriminación, el debido proceso legal y el derecho a la vida digna, caso contrario se presenta fisuras. Pareciera que construimos una sociedad utópica, pero Sócrates y sus interlocutores dedicaron el Libro VII a discutir sobre la educación necesaria para mantener la justicia dentro de sus muros. Así, la idea de Estado debe basarse en cuatro virtudes, las llamadas cardinales de la filosofía moral clásica: Prudencia, Fortaleza, Templanza y Justicia como virtud básica. Así, Platón asoció a la Justicia con la armonía social. Hecho que en la praxis nunca se dio y fue una ilusión que hasta nuestros días las sociedades buscan cohesionar. Pero actualmente al parecer no entendemos el principio fundamental del concepto de Justicia, Aristóteles, en su obra Ética Nicomaquéa, reconoce la Justicia Distributiva, propuesta que ha marcado el significado de Justicia Social hasta nuestros días. Entiende por Justicia Distributiva “dar a cada uno lo que le corresponde; es decir, en proporción a su contribución a la sociedad, sus necesidades y sus méritos personales”, refiere a honores, salud y bienes materiales. De esta forma, si se hace la distribución de las riquezas comunes, se hará según la razón que guarden entre sí las aportaciones particulares. Lo injusto consiste en estar fuera de dicha proporción. Alude a la justicia conmutativa o correctiva, que restaura la igualdad perdida, dañada o violada, mediante una retribución o reparación regulada por un contrato.

A UN MES DE LA MASACRE