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CARTA ESCRITA A LOS PERUANOS DESDE HACE 225 AÑOS.

CON UNA VIGENCIA TELURICA ACTUAL

DE FERNANDO TUPAC AMARU BASTIDAS.
TERCER HIJO DE JOSÉ GABRIEL TUPAC AMARU Y DE DOÑA MICAELA BASTIDAS, revolucionarios peruanos cuya trascendencia es de estatura universal.

Madrid 04 de Noviembre de 1,798.

Querido pueblo peruano:
Escribo con la convicción de no haber perdido la fe en la Libertad del Perú. No interesa ahora mi persona, sino los ideales que enarbolaron mis padres José Gabriel Túpac Amaru y mi madre Micaela Bastidas. Todo el sacrificio ha valido porque así hemos aprendido que solo los pueblos que luchan alcanzan a ser libres, no los que se arrodillan ante el poderoso y déspota que tiene ventajas.

Hace exactamente 18 años que un día como hoy, el 04 de noviembre de 1,780, mi glorioso e inolvidable padre encabezó la más grande revolución que se haya dado en el reino del Perú y en el Continente. Muchas personas se sacrificaron para alcanzar la libertad, pero el enemigo se valió de la iglesia, de la traición de caciques y de los peruanos que no sienten la necesidad de liberar al Perú del yugo español. Toda mi familia fue diezmada con odio y saña.

Como a mi padre no lo pudieron descuartizar con cuatro caballos, lo degollaron vivo. A mi madre la mataron a patadas. Han muerto mis hermanos, mis tíos y todas las personas que llevan el apellido Túpac Amaru. Yo estoy preso desde que tengo once años, a pesar que me han sometido a numerosos vejámenes, humillaciones y degradaciones como ser humano, nunca me he quebrado, jamás he pensado en suicidarme y trato de sobrevivir para dar un testimonio de esperanza.

Parece contradictorio, pero es así. Mientras ellos creen que me encarcelan, mi corazón recuerda a mis padres con más fuerza. Cuando me pregunto ¿como es que he podido soportar tanta ignominia? La respuesta es el amor a mis padres y al Perú. Por eso, yo que he sido y sigo siendo carne de prisiones, les pido que no pierdan la esperanza, la fe en que el Perú será libre, tarde o temprano.

Eduquen a los jóvenes para que luchen por el Perú, enseñen a los niños a amar al Perú, escriban los nombres de la Libertad y del Perú juntos. Mi padre no ha sido vencido, no han sido vencidos sus ideales sus sueños.

Nunca podrán matar sus ilusiones ni su sagrado deseo de ver al Perú libre para siempre. Entonces si su vida y su lucha sirven para fecundar los futuros campos, ellos deben dar nuevos frutos para todos los peruanos del futuro, en buena hora regresará desde el fondo del tiempo.

La libertad solo se alcanza luchando, un ejemplo evidente es la Revolución Francesa, cuando un pueblo decide que debe tomar tal determinación histórica, no hay fuerza superior que lo detenga. Solo los pueblos que van a las batallas vencen.

Por eso hoy es un día para renovar la fe en el futuro de todos los pueblos oprimidos de América. Siempre estaré presente con mi espíritu mas allá de la muerte.

Un servidor de los mas grandes ideales libertarios.
Fernando Túpac Amaru Bastidas.




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