alang

El suicidio de Alan García, segunda temporada

Por: Germán Vargas Farías

La noticia de un suicidio, de una persona que decide acabar con su vida, casi siempre nos causa consternación, y por lo complejo e inexplicable que resulta muchas veces se calla u oculta. Considerado un problema de salud pública, se sabe que puede afectar a cualquier persona, y no deja de sorprender que haya estudios que indiquen que la mitad de la población piensa en el suicidio en el transcurso de su vida.

Entonces corresponde abordarlo superando algunos mitos y estigmas, reconociéndolo como un problema que está bastante más cerca de lo que se supone. El suicidio del gran escritor José María Arguedas en 1969, o el de Mónica Santa María, conductora de un programa infantil en 1994, entre otros casos, aún pueden ser utilizados para promover una profunda reflexión sobre la realidad del suicidio en Perú, partiendo de la premisa que, sino a todos, a muchos nos puede pasar.

Las cifras del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Ministerio de Salud (Minsa), y del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef) coinciden en señalar que los suicidios ocurren más en la etapa de vida joven, y que se advierte un incremento de las muertes por suicidio en la población adolescente. Datos suficientes para impulsar medidas dirigidas a prevenirlo, desde el Estado principalmente, y asumiéndolo como un asunto de corresponsabilidad entre todas y todos.

Seguir leyendo…